Desnutrición y Obesidad: dos problemas muy diferentes que afectan a la región
¿Pueden dos problemas surgir de los dos extremos de una misma situación? Desde luego que sí. Las consecuencias de la mala alimentación en los países de América Latina son evidentes, tanto por un lado como por otro. Primero, la desnutrición en buena parte de la población más pobre, que hace que no puedan alimentarse como deberían y que en muchos casos incluso se pase hambre durante días, por la desesperante situación económica en determinadas regiones. Por otro, la obesidad provocada por una alimentación igualmente poco saludable, pero en el sentido contrario, con exceso de grasas y azúcares procesados.
Ambos son problemas acuciantes en medio mundo, pero se hacen especialmente importantes en aquellas zonas donde hay una brecha económica más evidente. Muchos países de América Central y el Caribe lo sufren de esta manera, porque por un lado está la población más necesitada, y por otro la población que tiene para comer bien, pero que prefiere llevar una dieta poco saludable a base de productos procesados y demás, muy parecida a la que llevan en Estados Unidos, donde el problema también es muy grave.
Seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe
Podríamos hablar durante horas sobre por qué la alimentación en esta zona es así, pero uno de los principales problemas de raíz es precisamente la seguridad alimentaria, el conocimiento nutricional de la mayoría de personas en estos países. Desde los estamentos gubernamentales no se han llevado a cabo campañas importantes para frenar estos problemas, para inculcar a las personas una buena alimentación, para que sepan todo lo que les puede hacer aquello que comen tan alegremente, como si no fuera nada. Evidentemente, esto es también una cuestión económica, de llegar o no llegar, pero en el caso de la obesidad es muy flagrante el ver a hombres y mujeres tomando siempre comida basura cuando seguramente sea incluso un lujo para ellos.
Situación preocupante debido al aumento drástico de la desnutrición
El otro lado de la balanza, nunca mejor dicho, es el de la gente que pasa hambre, especialmente niños pequeños, que por problemas económicos de sus familias deben comer aquello que tienen, y en la gran mayoría de ocasiones, no es una dieta muy equilibrada que digamos. Sus padres tratan de alimentarles lo mejor posible con leche, pan y cereales, pero es complicado que puedan comer mucha fruta o verdura, e incluso carne y pescado, por no hablar de los huevos, por ejemplo. Estos pequeños no tienen mucho más que probar, no tienen mucho más que comer, así que deben adaptarse a lo que hay, pero en muchos casos la desnutrición es galopante en ellos, y es algo que se debería evitar desde los gobiernos.
El Sobrepeso se convierte en una amenaza nutricional de cuidado
Estos problemas no son solo peligrosos para aquellos que los sufren, sino que además hacen gastar el Estados millones cada año en medicinas y pruebas para estas personas. Ocurre especialmente con la gente que sufre sobrepeso por llevar una alimentación poco sana. Eso provoca también diversos problemas en su cuerpo, desde el aumento de colesterol hasta los posibles problemas coronarios que llevan, por ejemplo, a los infartos. La gravedad del asunto ha llegado a tal punto que los gobiernos por fin están empezando a entender que deben luchar de una manera mucho más contundente contra esto, porque la situación se va agravando cada vez más y se pone cada vez peor.
Crecimiento descontrolado de la obesidad en los niños latinoamericanos
Los niños obesos son también un problema cada vez más importante en esta región del planeta, y es que la mejora económica por parte de muchas familias ha traído como consecuencia el acceso a más alimentos, pero curiosamente, eso no se ha aprovechado para una mejor dieta, sino para acceder a alimentos menos saludables, precisamente, que hacen que los niños latinoamericanos estén en su conjunto hoy en día más obesos que nunca. Se ha pasado de un extremo a otro, y eso también es muy peligroso, porque esos niños pueden desarrollar el día de mañana una obesidad que les complique su salud en muchos sentidos. Por eso hay que realizar el trabajo de prevención desde lo más bajo.