Prostitutas latinas en España
Para muchas mujeres en Latinoamérica, España es como un paraíso donde todos sus sueños se pueden hacer realidad. Cierto es que las mexicanas y las centroamericanas apuestan más por llegar a Estados Unidos, pero también es más complicado empezar de cero en ese país. España no solo tiene el punto a favor del idioma, algo que ya es importante desde el inicio, sino también una forma de vida mucho más parecida a la nuestra. Hay muchas diferencias entre los países latinos y España, pero al final, en las grandes ciudades, el ambiente es muy similar. Solo que en España las ciudades suelen ser más seguras, y hay muchas más ofertas de trabajo, mejor pagado además. Cualquier chica que llega nueva a España puede encontrar un empleo, por precario que sea, en el que gane el triple que en su país, incluso con buenas condiciones. Esto ha provocado que en las últimas décadas, muchísimas mujeres latinas hayan aterrizado en España en busca de un futuro mejor.
Llegar a un país nuevo no siempre es fácil. A pesar de la ventaja del idioma, la situación en España tampoco es perfecta, y de hecho en los últimos tiempos parece haber aumentado la beligerancia en contra de los inmigrantes, en un país po9r otro lado históricamente abierto a recibir a gente de otros lugares. Las comunidades latinas se están haciendo cada vez más grandes en territorio español y eso también provoca que muchas veces se tenga rechazo al que viene de fuera. Esto puede trasladarse también al trabajo, dejando los empleos más precarios, los que nadie quiere llevar a cabo, para las mujeres extranjeras. En España, tanto latinas como marroquíes se encargan en muchas ocasiones de las tareas del hogar, o incluso de cuidadores de personas mayores. Son trabajos que en ocasiones están bien pagados, pero que normalmente no llegan a lo que el esfuerzo de estas mujeres se merece. Aun así, por poco que les paguen, las chicas ganan más que en sus países, y están en mejor situación. La cosa cambia cuando estas mujeres deben buscar algo para sobrevivir y acaban cayendo en la tentación del trabajo sexual…
Una alternativa para sobrevivir
Si preguntamos a cien mujeres escogidas al azar cuál es el trabajo que más le gustaría realizar, nos costaría encontrar a alguna que respondiera el de prostituta. Y es que el negocio del sexo profesional sigue vivo, pese a todo y todos, pasando de generación en generación y de cultura en cultura. Ni el nuevo feminismo ni la apertura sexual de las últimas décadas han cambiado demasiado un negocio muy lucrativo, sobre todo para las mafias que se ocupan de esclavizar y explotar a las mujeres. Negar la evidencia sería cruel, porque muchas de las chicas que desarrollan estos servicios están atadas a un proxeneta que además, suele maltratarlas y abusar de ellas. No siempre es así, por supuesto, pero es cierto que la única motivación de las que lo hacen por voluntad propia suele ser el dinero, que deviene de la propia necesidad.
Al llegar a un país nuevo, la situación muchas veces se puede volver tremendamente complicada para estas mujeres. Marginadas, despreciadas por muchos de los que deben darles trabajo, se encuentran en un momento muy delicado, y para sobrevivir, suelen acceder a este tipo de servicios. En algunos casos, las mujeres pueden llegar a ganar mucho dinero con el sexo de pago, sobre todo si trabajan por su propia cuenta y no tienen que darle parte de sus ganancias a nadie. Esto provoca que para muchas sea una salida lógica, dada también la gran demanda de mujeres latinas entre los puteros españoles. Hay chicas que hacen de esto su propia vocación, o encuentran un gran filón en este tipo de servicios. Han trabajado limpiando en casas, ayudando en tareas del hogar o cuidando a personas mayores, y el trabajo sexual suele ser menos duro y mejor pagado. Aunque evidentemente, no todo el mundo sirve para esto.
Chicas que se emplean como trabajadoras sexuales
Según los últimos datos, que desde luego no se pueden tomar como cien por cien fiables, las latinas corresponden a más de un tercio de las prostitutas que trabajan en España. Al ser este negocio algo alegal en el país europeo, está claro que no podemos tener datos realmente concretos. Sin embargo, por la situación general que se ve en las calles en España, y por lo que uno puede investigar por la red, podemos constatar que esos datos son más o menos realistas. Hay muchísimas mujeres latinas trabajando como prostitutas en ciudades españoles, especialmente Madrid y Barcelona, que acaparan también buena parte de la población latina en el país. La mayoría de estas chicas se emplean en prostíbulos o agencias de citas, pero muchas también van por libre. Una imagen habitual en las principales calles de España es encontrarse a chicas latinas con vestidos muy cortos, ofreciendo sus servicios en plena calle.
Cierto es que desde la irrupción del Covid-19, la situación ha cambiado bastante, y ahora la mayoría de clientes se encuentran en Internet. Esto no significa que no haya todavía muchas chicas que hagan la calle, en la Casa de Campo de Madrid o en el barrio de El Raval en Barcelona, lugares icónicos para la prostitución en España. Las ciudades de costa también suelen llenarse de estas prostitutas latinas, especialmente en temporada alta, que en España coincide con los meses de mayo a septiembre. Estas chicas pueden hacer varios servicios por noche, y con eso tener una vida cómoda, e incluso mandar dinero a sus países de origen, para ayudar a sus familias. Un plan demasiado apetecible para muchas de ellas.
Una situación compleja en España
No hemos querido entrar en el debate de si el trabajo de prostituta es mejor o peor, si es moralmente aceptable o es una desgracia para quien lo ejerce… Estas discusiones, tan de moda últimamente, se han convertido al final en papel mojado. Lo que importa es lo que dicta la ley, y en España, por desgracia, la ley con respecto a la prostitución es bastante confusa. Técnicamente no está prohibida, al menos por ahora, pero es cierto que el Gobierno actual sí que está dando pasos para tratar de abolir la prostitución, a través de arrinconar a las propias prostitutas y a sus clientes. Este sistema, que ya se da en otros países, se ha demostrado del todo ineficaz, porque la demanda siempre va a existir, y por tanto, habrá una oferta que la cubrirá.
Es cierto que en muchas ocasiones, las mafias de trata de mujeres se aprovechan de ese vacío legal para conseguir que las chicas trabajen para ellos. Es muy complicado demostrar que hay una red de personas que explotan a chicas extranjeras para que tengan sexo a cambio de dinero. Aun así, cada año hay un par de operaciones importantes en las que caen algunos grupos de este tipo. Las chicas que son liberadas de esas mafias se encuentran en una situación tan complicada y vulnerable que muchas veces vuelven a su oficio de prostitutas solo por tener algo con lo que sobrevivir. Si queremos cambiar de verdad esta situación hay que ir a la raíz del problema, y no tratar de buscar soluciones mágicas que luego no funcionan.