ejercicios piernas
Deportes

Entrenamiento funcional, ¿sabes cuáles son los mejores ejercicios para tonificar las piernas?

Autor: Estefania Ferrando
Fecha de publicación: 15 noviembre, 2018

Hay muchas formas de entrenarse y prepararse en un gimnasio, pero es cierto que a estas alturas, las fórmulas típicas y los ejercicios de siempre parecen haber quedado un poco anticuados. Ahora se busca otro tipo de ejercicios, que sirvan para tonificar una parte específica del cuerpo, un grupo determinado de músculos. Es lo que ocurre con el entrenamiento funcional, entendiendo así como todos aquellos ejercicios alternativos que se pueden llevar a cabo en el gimnasio para preparar una parte del cuerpo.

Las piernas, por ejemplo, son las grandes olvidadas para la mayoría de los que acuden al gimnasio a prepararse y tonificar su cuerpo. Se suele prestar más atención a la parte superior del cuerpo, dejando la inferior un poco atrás, lo cual supone un gran fallo. Tener unas piernas bien tonificadas y musculadas es imprescindible para poder realizar un montón de ejercicios que nos pueden ayudar a tonificar el resto del cuerpo. Por eso nosotros hemos destacado los mejores ejercicios de entrenamiento funcional para piernas.

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Zancada con salto: mezcla de coordinación y equilibrio

Si la zancada ya de por sí nos ayuda a tonificar los glúteos y tener más fuerza en las piernas, esta variación, incluyendo un salto, potenciará también la musculación de las piernas, además de ayudarnos a tener mayor coordinación y equilibrio. Se realizan poniendo una rodilla en tierra, con la pierna extendida hacia tras, y la otra en posición de sentadilla. Cuando vayamos a cambiar de pierna debemos realizar un salto pequeño pero suficiente como para poder quedarnos en la misma postura, solo que con la pierna contraria. Siempre con la espalda recta, y utilizando los brazos para equilibrarnos. Este ejercicio viene muy bien para glúteos, pero también para los cuádriceps, por ejemplo.

El patinador o skater: una versión fácil de las sentadillas

Si eres de aquellos a los que las sentadillas se les hacen un verdadero suplicio bien puedes probar con el patinador, un ejercicio que simplifica ese movimiento, trayendo casi los mismos beneficios. Extenderemos una pierna en posición lateral para tocar el suelo con la mano de la misma parte del cuerpo, y luego alternaremos con la otra, de la misma manera. Debemos mantener la espalda recta cuando toquemos el suelo, y realizar el ejercicio muy lentamente al principio, hasta que consigamos mayor coordinación. Aquí se trabajan los glúteos, pero también los hombres, dando como resultado un ejercicio muy completo que puede servirnos para calentar, por ejemplo.

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Sentadilla sin peso: el ejercicio rey de las piernas

El hacer la postura del skater no nos librará, de todos modos, de tener que ponernos también con las sentadillas. Eso sí, las haremos sin peso, al menos al principio, para poder acostumbrarnos al movimiento y que el cuerpo no se resienta. Es uno de los ejercicios más clásicos que se pueden realizar, tremendamente sencilla, aunque no por eso menos dura. Debemos mantener siempre la espalda recta y flexionar las piernas hasta conseguir una postura en ángulo de 90 grados. Podemos utilizar los brazos extendidos hacia delante para no perder el equilibrio. Gracias a este ejercicio nuestras piernas estarán mucho mejor tonificadas y también trabajaremos la espalda y los glúteos, así que es bastante completo.

Salto a caja: supérate en cada movimiento

Los saltos a caja se han convertido en otro de esos ejercicios tremendamente populares que no pueden faltar en ninguna rutina de entrenamiento. Es interesante porque el salto nos hace mover todo el cuerpo, aunque es cierto que la parte que más se tonifica son las piernas. Probaremos primero con una altura relativamente baja, como una caja a la altura de las rodillas. El salto debe ser conjunto, con los dos pies a la vez, y al llegar arriba debemos extender todo el cuerpo para quedarnos rectos, justo antes de bajar. Podemos utilizar el mismo impulso de la caída para volver a subir y así hacer algunas seguidas. Conforme vayamos acostumbrándonos a esto, subiremos la altura un poco más, lo que nos hará flexionar más las rodillas.

Semipuente con una pierna: un ejercicio complementario perfecto

Básicamente se trata de hacer un puente, es decir, colocar el cuerpo tumbado y levantarlo mientras arqueamos la espalda en cierta medida, solo que en esta variante lo haremos con una sola pierna en el suelo. La otra deberá estar siempre elevada y completamente estirada. Haremos un levantamiento de torso y luego cambiaremos a la otra pierna, para tener el ejercicio completo. Es uno de los más complicados si somos principiantes, pero basta con empezar lentamente e ir cogiendo fuerza y confianza conforme vayamos haciéndolo más de una vez. El semipuente es un ejercicio complementario perfecto para poder trabajar con todo el cuerpo, no solo la parte inferior.